Ya me temía yo que el culpable iba a ser: o bien Franco o bien Aznar. El mito-consigna de que Aznar y la ley del suelo son culpables, es grande. Lo que no dicen fue que impugnaron su reforma de la Ley del Suelo en el Tribunal Constitucional, que les dió la razón y que volvió a las manos de los Ayuntamientos el decidir poco a poco y a que precio, que suelo se podía convertir en urbanizable.
Por eso el suelo construible es carísimo. Y tan aleatorio como los rotuladores municipales.
Aunque sea feo, bajito, con bigote y a veces algo “sobrao”, no creo tampoco que la mini-reforma laboral de Anzar, ni los americanos, sean los causantes de la explosión de la burbuja inmobiliaria española.
A lo mejor los culpables somos un poco TODOS los ciudadanos. Algunos, los que más se beneficiaban, más que otros, y especialmente los bancos que facilitarón la burbuja del crédito que en España (como en los EE.UU.) se tradujo en la burbuja inmobiliaria.
Cruel, tan cruel como la realidad y al mismo tiempo triste. Como salir de todo este lio?
Toca hacer los ajustes necesarios.
Ya me temía yo que el culpable iba a ser: o bien Franco o bien Aznar. El mito-consigna de que Aznar y la ley del suelo son culpables, es grande. Lo que no dicen fue que impugnaron su reforma de la Ley del Suelo en el Tribunal Constitucional, que les dió la razón y que volvió a las manos de los Ayuntamientos el decidir poco a poco y a que precio, que suelo se podía convertir en urbanizable.
Por eso el suelo construible es carísimo. Y tan aleatorio como los rotuladores municipales.
Aunque sea feo, bajito, con bigote y a veces algo “sobrao”, no creo tampoco que la mini-reforma laboral de Anzar, ni los americanos, sean los causantes de la explosión de la burbuja inmobiliaria española.
A lo mejor los culpables somos un poco TODOS los ciudadanos. Algunos, los que más se beneficiaban, más que otros, y especialmente los bancos que facilitarón la burbuja del crédito que en España (como en los EE.UU.) se tradujo en la burbuja inmobiliaria.
Dicho queda.